La temporada 2015-2016 se ha caracterizado por la tardanza en la llegada de la nieve, muchas estaciones han tenido que retrasar el inicio de la misma y han exprimido al máximo sus cañones. Temperaturas más altas de lo normal, lluvia que chafaba la poca nieve que podía haber, pocos kilómetros esquiables y espesor no adecuado para la práctica de nuestros deportes favoritos han sido los protagonistas del inicio de la temporada.

Afortunadamente, como era de esperar, las cosas han ido cambiando con la llegada de frentes fríos que han traído los tan ansiados paquetones, de hecho, el retraso en el inicio ha podido compensarse alargando la temporada hasta un par de semanas después de las tan ansiadas vacaciones de Semana Santa.

Este fin de semana, varias estaciones cierran la temporada definitivamente y con ello toca recoger la ropa y equipo hasta el comienzo de la siguiente.

¿Cómo hacerlo bien?

Ropa

Para el caso de la ropa, resulta bastante sencillo: Es recomendable un buen lavado y secado, según el tipo de ropa será necesario lavar a mano, máquina o incluso llevarlo a una tintorería, todo depende de la “caña” que le hayamos dado.

Un buen truco para guardarla sin que ocupe mucho espacio es el uso de bolsas al vacío. las venden en cualquier hipermercado y muchas tienen una toma de aire que se puede acoplar a la aspiradora. Esto hará que la ropa ocupe mucho menos, sea más ligera y sencilla de almacenar y transportar y sobre todo que esté más protegida frente a agentes externos si optamos por guardarla en un garaje o trastero donde las condiciones de humedad y temperatura no son tan estables como en nuestros hogares.

Esquís y tablas de snow

Lo más importante es secarlas bien antes de guardarlas para evitar el óxido. Además, los expertos recomiendan aflojar las fijaciones, para asegurarnos de que mantienen su resistencia cuando vuelva a ser necesaria.Una buena inversión es llevarlos a una tienda o taller para que realicen estas labores por ti, a la larga aumentarás la vida útil de tus tablas.

Botas

Lo más importante a la hora de guardar tus botas es que estén bien secas y abrochadas, aunque sin apretar demasiado para que no se deformen. Déjalas fuera de la bolsa que utilizas para transportarlas, en un lugar seco y bien ventilado y con papel de periódico –muy absorbente- en su interior. Así estarán perfectas cuando vuelvas a utilizarlas la próxima temporada.

¡Y ahora a preparar tu equipo para los deportes de primavera/verano!